Juan León Mera

Escritor, novelista y crítico ecuatoriano que se esforzó por crear una literatura nacional
Nació en Ambato el 28 de junio de 1832 y falleció en la Villa de Ambato el 13 de diciembre de 1894.
Su madre, Josefa Martínez Vascones, crio sola a su hijo, debido a que su esposo la abandonó durante su embarazo. Su infancia fue humilde, y en sus primeros años de vida residió en la finca Los Molinos, ubicada cerca de un pueblo pobre Atocha.

Para poder mantener a la familia, su abuela materna alquilaba esta finca a su hermano Pablo Vascones, que era un activista político que luchaba contra las políticas de Juan José Flores. Recibió su educación en el hogar, la cual estuvo en gran medida a cargo de su tío abuelo, al igual que de su tío el doctor Nicolás Martínez.

A los veinte años de edad viajó a Quito para recibir clases de pintura con el afamado artista pictórico Antonio Salas, donde aprendió el manejo del óleo y las acuarelas. A los 33 años de edad, junto con Antonio Neumane compusieron el himno nacional de la república del Ecuador.

En el año de 1854, se publicaron sus primeros versos de poesía en el periódico La Democracia, con la ayuda del escritor Miguel Riofrío. En 1874 fundó la Academia Ecuatoriana de la Lengua, y fue miembro de la Real Academia Española de la Lengua.

Es considerado uno de los precursores de la novela ecuatoriana por su famosa novela Cumandá publicada en Quito en el año 1879, y luego en Madrid, en 1891.

Además de escritor y pintor fue también político conservador, y seguidor de Gabriel García Moreno. Fue gobernador de la provincia de Cotopaxi, secretario del Consejo de Estado, senador, presidente de la Cámara del Senado y del Congreso Nacional.

Un año después, en 1896, su primo hermano, el escritor, pintor y político ambateño Luis Martínez Holguín (1869-1909) quien era 37 años menor que él, se casó con su hija Rosario Mera Iturralde (quien fallecería nueve años después, en 1905).


Cumandá

Trata de cuando un hacendado pierde a su familia en un incendio en el año 1790 salvando únicamente a su hijo Carlos, llevándolo a buscar un refugio en Jesús, llega a un internado para curas. Pasado algún tiempo en este virginal retaso del Oriente catequizaba a los indios el señor Domingo Orozco en tanto su hijo ya joven pasaba por la selva conociendo toda su belleza.

Cierto día por esos sitios vio una joven muchacha de hermoso físico, ágil, ojos claros, rubia y de largo cabello quien será ella se preguntó, su nombre era Cumandá que quiere decir “patillo blanco”. Cumandá era hija del jefe indígena octogenario de Cabeza de Nieve y Pona la Hechicera, tenía a demás dos hermanos que nada se parecían en lo físico ni en lo espiritual a ella, eran todo lo contrario, odiaban a los blancos pero a ella la amaban.

Cumandá era experta en remos y competía con sus hermanos y amigos, les ganaba en destreza, velocidad; Carlos y Cumandá se enamoraron, era un amor puro, los dos se sentían atraídos y habían escogido un lugar en donde dos palmeras crecían entrelazadas era el símbolo de su amor.

Todos los años las tribus del Oriente solían festejar a la orilla del Lago Chimano, se elegía a la más bella de cada tribu, Cumandá era una de las vírgenes y representaba a los záparos. Ella debía concursar para esposa del jefe de tribu y decide que Carlos la acompañe aun arriesgándose de los peligros de la tribu.

Los hermanos de Cumandá se dieron cuenta que Carlos estaba ahí en varias veces quisieron matarlo, pero Cumandá siempre lo salvaba, el gran jefe Yahuarmaqui era un viejo enfermo el cual decidió que Cumandá sea su esposa.

Ya en la luna de miel Yahuarmaqui muere, Cumandá decide huir en busca de Carlos toma una canoa la cual era de él, al llegar al otro lado del río se dio cuenta que Carlos no estaba, pues lo habían tomado prisionero decidieron dar a cambio a Carlos por Cumandá, después de lo ocurrido Cumandá y Carlos se encontraron en un lugar en el cual intercambiaron llantos, promesas, amor entre otras cosas.

Antes de morir Cumandá entrega a Carlos una bolsista de piel de ardilla que sorpresa al verla, en ella se encontraba el retrato de la madre de Cumandá que era la esposa de Domingo Orozco y madre de Carlos. Al saber la noticia trataron de hacer algo positivo, pero ya era tarde Cumandá había muerto.
Pona confirma la verdad Cumandá era la hermano de Carlos, todo era resultado de la venganza de Tubón mayordomo de la hacienda.

Cuando Carlos murió fue enterrado con Cumandá y el padre de él viajo a Quito donde se hizo un sacerdote y siempre recordó a Carlos y a Cumandá.

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